Cuando un usuario instala una nueva aplicación, espera que cumpla lo que promete: satisfacer una necesidad, resolver un problema u ofrecer una experiencia positiva. La mayoría de los desarrolladores de aplicaciones quieren contar con una base de usuarios activos que sepan ver el valor de su aplicación y la vuelvan a utilizar periódicamente. Para algunos, la interacción se ve reflejada en el tiempo que los usuarios pasan en pantalla (al día, al mes, etc.) y, para otros, en la frecuencia de uso. Hay otras aplicaciones que facilitan comportamientos o experiencias de la vida diaria.
Este curso te servirá de introducción a la interacción con aplicaciones. Además, verás un breve resumen de cómo optimizar tu aplicación para mejorar la interacción.